Mos (2-05-16). La antigua enmacosa fue pionera hace trece años al poner en marcha un exhaustivo proceso técnico de inspección de atracciones itinerantes de feria dirigido a aumentar la seguridad en el uso y disfrute de estas instalaciones, una iniciativa que asumió inicialmente la ciudad de Pontevedra y que poco a poco fue calando en otras localidades gallegas y del resto de España.
enmacosa Consultoría Técnica ha optimizado aquel protocolo para hacerlo mucho más ágil, en consonancia con la celeridad que requiere el estrecho margen temporal que deja el montaje, y sobre todo, mucho más económico, con el fin de adaptarse a las estrecheces a las que la crisis ha obligado a las administraciones.
El proceso, no obstante, no ha perdido ni un ápice de eficiencia, pues abarca los mismos aspectos técnicos y continúa año tras año introduciendo determinadas mejoras. De esta forma, la empresa, además de comprobar que la instalación consta de seguro de responsabilidad civil y de solicitar la documentación técnica de la atracción, analiza el cumplimiento de numerosos requisitos de seguridad, mecánicos o eléctricos. Entre las cuestiones a cumplir con respecto a la seguridad del usuario figuran la inexistencia de aristas punzantes o que pudieran resultar cortantes, y de desniveles o huecos abiertos sin protección, así como la estabilidad de los accesos, la señalización de las salidas de evacuación, el correcto funcionamiento de los dispositivos de bloqueo y sistemas de contención de pasajeros, etc.
Se analizan también otros requisitos sobre la seguridad del público y del perímetro, como la dotación de extintores o las posibilidades de colisión o solapamiento entre los recorridos de las atracciones y entre estas y los tendidos eléctricos, edificios colindantes, farolas o mobiliario urbano en general.
Con respecto a la estabilidad estructural, enmacosa Consultoría Técnica controla, entre otras cuestiones, que la grada y los apoyos estén correctamente nivelados y asentados, que la instalación no presente puntos importantes de corrosión ni deficiencias de relevancia en los cordones de soldadura, que letreros, focos o carcasas embellecedoras tengan garantías de solidez, o que todo tipo de cuerdas, arneses, tensores y demás elementos de seguridad similares muestren un perfecto estado de conservación y figuren homologados para su utilización.
No se admiten, por ejemplo, cinturones de seguridad desgastados que provoquen holguras, ni tampoco cierres que dependan únicamente de un circuito eléctrico, hidráulico o neumático y que, ante una pérdida de presión o corte en el suministro, se puedan aflojar con el peso o empuje del usuario.
Es importante indicar que las revisiones se realizan en su mayor parte mediante una inspección visual de las condiciones de montaje, del estado de conservación de la instalación y del mantenimiento de los materiales, sin entrar a valorar cuestiones relativas al diseño del aparato, que serían objeto de la correspondiente homologación.
En un análisis visual de este tipo, que indudablemente incrementa el nivel de seguridad para los usuarios, existen puntuales aspectos incontrolables. En este terreno entrarían el estado de fatiga o las tensiones internas de ejes y componentes mecánicos, así como las condiciones de funcionamiento de los mecanismos ocultos, que tendrían que ser objeto de un análisis más exhaustivo en instalación fija, con maquinaria adecuada y con el tiempo necesarios, es decir, una inspección técnica regular, similar a las ITV de los vehículos, que hoy no reviste carácter obligatorio para estas atracciones.
La revisión se completa finalmente con una amplia comprobación del estado de las instalaciones eléctricas y de su correcto funcionamiento, que incluye pruebas y ensayos de seguridad. El protocolo requiere también a los responsables de las atracciones que coloquen carteles claramente visibles con recomendaciones de interés para los usuarios de las atracciones que detallen específicamente los riesgos y, en su caso, las limitaciones de edad y altura.
Para la ejecución de este tipo de inspecciones, enmacosa Consultoría Técnica cuenta con equipos multidisciplinares compuestos por técnicos especialistas en estructuras, componentes mecánicos, aplicaciones informáticas de control y en instalaciones eléctricas, electromagnéticas, hidráulicas y neumáticas.